IDEARIO

Fundamentación del Ideario

Dado nuestro carácter católico y diocesano ponemos énfasis en la labor pastoral, además de en la formación académica y humana de calidad, de manera que de nuestras aulas salgan personas libres y abiertas a los demás, con una esmerada preparación profesional y una sólida formación cristiana. Nuestros Centros tienen como referencia una concepción cristiana de la realidad, Jesucristo es el centro de tal concepción.

Educamos de manera integral, para que cada uno de nuestros alumnos llegue a alcanzar la plenitud como persona, armonizando todas las facetas de su desarrollo e integrando en él mismo la síntesis de conocimiento, cultura y fe.

Nuestra identidad Católica nos guía a luz de las diversas Encíclicas y documentos pontificios que tienen como eje o tratan entre otros el mundo de la Educación y de la Juventud: «Fides et ratio» de Juan Pablo II; las diversas recomendaciones y exhortaciones de su Santidad Benedicto XVI, especialmente manifestadas en sus Mensajes referentes a los educadores y a los jóvenes católicos (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI a la Diócesis de Roma sobre la tarea urgente de la Educación (21 de enero de 2008); Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI al Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco (1 de marzo de 2008); Discurso del Santo Padre Benedicto XVI al Centro de Estudios para la Escuela Católica (25 de septiembre de 2008); Discurso del Santo Padre Benedicto XVI a los participantes en el XXVI capítulo General de la Sociedad de San Francisco de Sales (31 de marzo de 2008); Discurso de su Santidad Benedicto XVI en su encuentro con los educadores católicos con motivo de su viaje apostólico a los Estados Unidos de América (17 de abril de 2008); Saludos del Santo Padre Benedicto XVI a los profesores, religiosos y alumnos con motivo de la Celebración de la Educación Católica (London Borough of Richmond, 17 de septiembre de 2010); Homilía del Santo Padre Benedicto XVI (Basílica Vaticana, 1 de enero de 2012)…; al igual que las reflexiones sobre la juventud y la Educación recogidas en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, de su Santidad Francisco I.

«Nos comprometemos a seguir fielmente las indicaciones de la Conferencia Episcopal y de las diferentes Cartas Pastorales que al inicio de cada curso nos son remitidas por el Obispo de nuestra Diócesis.»

¿Cómo lo tangibilizamos?

A través de nuestra identidad educativa, que podemos concretar y sintetizar en una atención a cuatro dimensiones: la religiosa, la académica, la personal y la social.

Dimensión Religiosa y Espiritual

Colaboramos en la misión formativa de la Iglesia según el criterio de su magisterio y los valores propios del Evangelio, para que nuestros alumnos puedan vivir una opción libre, personal, explícita y apropiada de la fe cristiana.

Los docentes de la Fundación, a través de las materias académicas, del arte, del Proyecto Teen Star y del deporte, guiaremos a los alumnos en la búsqueda de la belleza, del bien y de la verdad. Entenderemos la dimensión religiosa y espiritual como el fin transcendente de la cultura y lo que le da sentido.

Enseñaremos a los alumnos a dialogar con Dios, les estimulamos a superar el individualismo y a descubrir que están llamados a vivir una vocación específica en un contexto de solidaridad con los demás hombres. Promoveremos el respeto a la naturaleza a través de una ecología de la santidad que contrarreste la influencia contaminante de la inmoralidad y de la corrupción.

Colaboraremos con las actividades apostólicas de la diócesis, empeñando todos los esfuerzos en la nueva evangelización, no sólo de los alumnos, sino también de sus familias, pilar fundamental de la sociedad.

Dimensión Académica

Buscamos la excelencia académica y, por tanto, estaremos atentos a la creatividad e innovación educativas que permiten no sólo alcanzarla sino también mantenerla; a ello dedicaremos todos los recursos humanos y técnicos disponibles. Trabajamos en equipo, facilitando así un flujo de conocimiento que redunde beneficiosamente en el aprendizaje del alumno.

Desarrollaremos en los alumnos las potencialidades, actitudes, conocimientos y habilidades que los faculten para un apropiado desempeño de sus estudios y posteriores profesiones. Para garantizar la atención académica personalizada y adaptada a cada alumno, los decentes transmitirán la información pertinente al equipo educativo que lo reciba en un nivel superior. El equipo de orientación se convierte en pieza clave de esta tarea.

Dimensión Personal y Comunitaria

Trabajaremos por conseguir que nuestros alumnos se enriquezcan personalmente al sentirse aceptados y queridos por sí mismos. Somos responsables de generar vínculos de unión con ellos y de enseñarles a establecer relaciones sociales en el ámbito escolar. La persona no puede realizarse plenamente sólo en sí misma, no puede prescindir de su vida “con” y “para” los demás.

La familia es el prototipo de toda organización social, colaboramos con ella en el aprendizaje correcto de sus hijos y en el desarrollo de las relaciones interpersonales. La comunidad educativa tiene que ser una comunidad fuerte, comprometida y alegre, que evite la exclusión o el descarte de personas. Es responsabilidad de los docentes y del PAS comprometer y motivar a las AMPAS y a los antiguos alumnos a llevar la fe y la Iglesia a la esfera pública, es decir, hacer verdadera comunidad, así como mostrar a los alumnos el sentido trascendente de la vida y apartarlos del relativismo moral.

Dimensión Social

Educaremos atendiendo a la diversidad, con especial sensibilidad hacia las diferencias sociales y culturales, tarea a la que nos convoca la nueva evangelización. Proponemos una educación personalizada basada en la integración social, en el estímulo del crecimiento personal y espiritual de los alumnos y, en la medida de lo posible, de las de su entorno.

Enseñaremos a los chicos cómo formar parte del mundo sin perder la identidad que le ha sido dada, les mostraremos su capacidad de cambiar las cosas y cómo la Iglesia lo hace. Utilizaremos las nuevas tecnologías para abrir el mundo a nuestros jóvenes mostrándoles otras realidades, enseñarlos a entenderlas y usarlas correcta y sanamente y a generar lugares de respeto y encuentro.